El baño es uno de los lugares donde más gente se relaja después de un largo día. Es por tanto una estancia que hay que cuidar y mantener en buen estado. Es posible que por motivos de funcionalidad, o porque simplemente decidas darle un cambio de estilo, te animes a embarcarte en una reforma de tu baño.
Sigue leyendo y descubre algunos consejos que te van a facilitar mucho el proceso.
Existe una regla general, que marca que, por el uso continuado que tiene esta habituación de nuestras casas, es recomendable realizar una reforma aproximadamente cada 10 años, aunque esto dependerá del uso y cuidado que se le haya dado.
También es posible que hayan cambiado tus preferencias o necesidades, y tu baño haya dejado de satisfacerte.
2. Qué tipo de reforma realizar
Puedes realizar una reforma simplemente estética, o animarte con cambios algo más funcionales. En el primer caso, bastará con cambiar la pintura, los alicatados o los accesorios de baño para dar un aire nuevo. Una reforma funcional implica otro tipo de cambios más complejos. Es importante que decidas qué tipo de renovación deseas hacer antes de iniciar el proceso.
Otro factor a tener muy en cuenta antes de comenzar con la reforma del baño, es tener en mente el diseño que prefieres, y qué estilo pretendes darle. Una vez tengas esto claro, estarás más centrado para encontrar inspiración a través de revistas de decoración, en aplicaciones online, o en tu tienda de bricolaje.
El coste de reformar un baño puede variar mucho según el tamaño de la estancia y del trabajo que se quiera realizar. Una vez aclares tus ideas respecto a los puntos anteriores, puedes solicitar presupuesto a diferentes contratistas, como los de Reformas de Baño Valladolid.
Una vez determinado el presupuesto, toca elegir bien los materiales que vas a necesitar. A veces es posible encontrar artículos de segunda mano en muy buenas condiciones, lo que puede ayudarte a reducir gastos.
Si está buscando ahorrar dinero hacer algunos trabajos tú mismo puede ser una opción. Sin embargo algunas tareas como el solado, alicatado y las instalaciones de duchas o bañeras, es mejor dejarlas en manos de un profesional por razones de seguridad.
Si hay algo a tener en cuenta a la hora de emprender un proyecto de reforma es que siempre nos llevará algo más de tiempo del que deseamos. Ármate de paciencia, pues hay que hacer frente a los inconvenientes que pueden surgir durante los trabajos de renovación.
Aparte del tiempo que te va a llevar la reforma, sea más o menos largo, también necesitarás paciencia para vivir en una vivienda en la que se está realizando una obra de mayor o menor envergadura, por las molestias que conlleva. Polvo, suciedad, trastos y herramientas por medio. Céntrate en lo espectacular que quedará todo después, para llevar este proceso con resignación.
Para asegurarte de conseguir lo que tienes en mente, tendrás que ser muy específico con los profesionales y tratar de seguir su trabajo tanto como sea posible. De esta forma evitarás errores de comunicación o malentendidos que podrían arruinar tu proyecto. No dudes en realizar bocetos y hacer preguntas, porque todo está en los detalles.
Cuando te embarcas en una reforma sentirás que no tienes tiempo libre. Vas a pasar muchas horas dedicado a ella, y te será más complicado mantener un equilibrio entre esta nueva ocupación, y tu vida familiar y laboral. Por suerte esto pasará y habrá merecido la pena cuando veas los maravillosos resultados.
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